Autor: Juan Felipe Rodriguez Velez
Ps. Especialista en Cultura de Paz y DIH
Ser un actor del conflicto
colombiano implica una responsabilidad y es de anotar, que en medio del
conflicto la sociedad civil. Pero; ¿por qué involucrar al sector financiero en
el conflicto armado?, como un actor, desde el punto de vista de factores
sociales; que generan un contexto de conflicto.
1. El
sector financiero es tal vez, el promotor más grande de impunidad, en términos
de la captación de dineros y de normalización de todo tipo de delito. Donde hay
dinero, capital de por medio, que por la cultura y aprendizaje social su
destino es el sector financiero, es aquí donde el delito termina siendo legal.
2. También
es uno de los generadores de bloqueos económicos a la población civil, con sus
reportes y dificultades para el acceso a créditos, como también convierte la
educación en negocio, la salud en inversión y la vivienda en explotación.
3. Genera
desplazamiento por despojo, con sus diferentes tasas de interés que pueden
cambiar con el tiempo.
4. Promueve
la extorsión normalizada a través de empresas de cobranzas con la angustia de
personas que en muchas oportunidades terminan en casos de suicido.
5. La
gran mayoría de fleteos empiezan en las oficinas de los bancos.
6. Promueve
cultura de discriminación y resentimiento entre ricos y pobres, desde sus
diferentes productos orientados a beneficios a la captación de grandes
capitales y el lucro a través de intereses, tasas a la población trabajadora,
donde por la escasez de una buena reforma laboral, las personas trabajan para
pagar deudas, de préstamos de montos muy pequeños en relación a la posibilidad
de un desarrollo y erradicación de la pobreza.
7. No
ofrecen un portafolio a personas en condición de vulnerabilidad.
8. Seguros
de vida y desempleo que en muchas oportunidades son muy difíciles de hacer
efectivos pero si se lucran exponencialmente a través de muchos usuarios
incautos.
9. Tercerizan
cobros jurídicos con el fin de no ser objeto de auditoria de la superintendencia
financiera.
10. “la
idea del banco nunca pierde”, pero que gana la sociedad civil, es un mal
necesario o promueve la esclavitud en la modernidad.
Todo esto y mucho más es tal vez
uno de los generadores silenciosos más grande de violencia en el país, que al día
de hoy no poseen ningún control, además de ser uno de los sectores que más ganancias
obtiene año tras año, con poco retorno a la sociedad civil.
Esto ha sido favorecido por la escasez
de gobernabilidad en términos de políticas claras de inclusión al sector
financiero, la impunidad que generan los grandes capitales, dado que todo papel
moneda impreso va a parar de alguna forma al sector financiero o es sustraído
de él con el fin de financiar todo tipo de barbarie. Las caletas ya
prácticamente son obsoletas, eso es para despistar al enemigo, dado que el
capital real de subsistencia de todo actor del conflicto está en el sector
financiero, vulnerando todo tipo de derechos humanos sometiendo a la población
a tratos inhumanos y denigrantes, de deterioro progresivo en el tiempo.
Una de las soluciones es el
cumplimiento de la ley 1616 sobre salud mental, donde en un futuro la búsqueda del
logro de la salud de forma integral y su correlación con el derecho a la vida
será una responsabilidad de estricto cumplimiento.
Hasta el día de hoy hemos vivido,
en un Estado, sin una concepción, clara de porvenir, bienestar y elementos que
permitan hacer una clara distinción entre poblaciones; como también, que sea un
factor diferenciador, de calidad de vida, en términos de valores y principios. No
desde el empoderamiento económico con una idea, de sobrevivientes. Las
diferentes alteraciones psicopatológicas, deterioros de salud mental, son susceptibles
de ser intervenidos, tratados, pero los determinantes sociales persisten. Generando
inequidad y exclusión.
Lo cual atenta en diferentes magnitudes con el
derecho a la vida y sobre todo a la calidad de vida de los habitantes de un
país, en vías de desarrollo.
Si bien es cierto pueden existir múltiples
formas de desarrollo, pero la evolución y el logro de una transición, al
conflicto, para lograr una cultura de paz, solo tiene una ruta real: es, la
abolición total de los factores determinantes y predisponentes del comportamiento
violento, como una respuesta, natural, a los problemas de la vida cotidiana.
En el sentido, de mantener una
sociedad, en estado deprivación; como también la “idea” de lo económico, sobre
si la población es fuerte económicamente, existe inflación. Dicho fenómeno de
la inflación es más por una cultura de ventaja y de poca inclusión social, como
también, el sobre costo de productos y servicios, sin equidad. Esto se puede
observar en el sobrecosto de los vehículos, donde son desmantelados al ingresar
al país, debido la precaria normatividad, para la circulación y seguridad vial.
Vehículos que no serían
comercializados, en otros países por motivos de seguridad, son vendidos en el
país, con altísimos costos. Este fenómeno, como otros muchos más, es
susceptibles de ser transformados, desde la conciencia de una salud mental y
calidad de vida.
La sostenibilidad y logro de la paz es posible, pero en un pueblo mentalmente saludable;
que tenga como principio el construir y salvaguardar su salud integral, en una
dinámica de interacción social, de inclusión constructiva.