domingo, 27 de abril de 2014


CANIBALISMO SOCIAL
Autor: JUAN FELIPE RODRIGUEZ VELEZ
Psicólogo, Especialista en Cultura de Paz y DIH.
Todo empieza con el deseo y con la intensión de  tener más, la práctica de compartir, de preocuparse por el otro cada vez es más obsoleta cuando saciar el hambre se trata,  y cubrir nuestras necesidades básicas.
En cuanto a pensar en  una Cultura de Paz, o en la posibilidad de relacionarse de una forma muy distinta en nuestra sociedad, como también logrando esos comportamientos ser independientes al régimen establecido. Empezaríamos por lo básico que es la sexualidad Humana, donde uno de los indicadores de otra cultura es   la plena vivencia mutua de la sexualidad, salir de las múltiples formas de dominación, que no permite ver la diversidad  de comportamientos espontáneos que puede tener el otro.
Casi todo se configura de acuerdo a la capacidad del deseo de la mente  humana de la época, por tal razón hay muchas formas de interacción las cuales no son posibles,  debido a que no entran en los parámetros de la supuesta normalidad,  debido a que no entran en los parámetros de la supuesta normalidad,  debido a que no entran en los parámetros de la supuesta normalidad,  pero que pasa cuando la normalidad, es despojar a las personas por deudas,  Matar por diferencias, apropiarse de lo ajeno, destruir la reputación de las personas, todo esto en el día a día, y alimentado  por medios masivos de comunicación, esto nos va creando un régimen específico de convivencia, cuestión que no se puede dejar a la excusa de la inconciencia.
La Aparente  Apatía e Indiferencia de la calamidad ajena, poco a poco ha ido acentuando nuestro régimen caníbal.  Donde los psicoactivos aplacan las conciencias que no soportan el dolor ajeno y es más fácil  sedarse a asumir una realidad cruda y cruel, donde simplemente algún  día cualquiera de nosotros será el alimento  de él régimen,  que unos cuantos establecieron, pero que por conveniencia y opresión se logró plasmar  para evitar a toda costa, la posibilidad de los actos justos y libertarios.
La impunidad se mantiene, dado  la complicidad existente en el banquete de la mortaja, que fue destajada, para el sostenimiento de un régimen,  donde lo importante es la tajada, correspondiente, para  saciar, lo necesario para mantener el statu quo.
Un establecimiento que es sometido no garantías plenas de derechos humanos, sino a la conveniencia plena, de simplemente un supuesto bienestar.
En conclusión  debemos cambiar nuestra forma de alimentación, de modo  que esta no sea está  a base de prójimo, sino de la posibilidad de alcanzar una vida plena, gozando de la conciencia, de modo que nos esforcemos incansablemente por alcanzar la conciencia y que sea esta que nos deje a puertas de la posibilidad de lograr la virtud.

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