CANIBALISMO SOCIAL
Autor: JUAN FELIPE
RODRIGUEZ VELEZ
Psicólogo, Especialista en
Cultura de Paz y DIH.
Todo empieza con el deseo y con la
intensión de tener más, la práctica de
compartir, de preocuparse por el otro cada vez es más obsoleta cuando saciar el
hambre se trata, y cubrir nuestras
necesidades básicas.
En cuanto a pensar en una Cultura de Paz, o en la posibilidad de relacionarse
de una forma muy distinta en nuestra sociedad, como también logrando esos
comportamientos ser independientes al régimen establecido. Empezaríamos por lo
básico que es la sexualidad Humana, donde uno de los indicadores de otra
cultura es la plena vivencia mutua de
la sexualidad, salir de las múltiples formas de dominación, que no permite ver
la diversidad de comportamientos espontáneos
que puede tener el otro.
Casi todo se configura de acuerdo a la
capacidad del deseo de la mente humana
de la época, por tal razón hay muchas formas de interacción las cuales no son
posibles, debido a que no entran en los
parámetros de la supuesta normalidad,
debido a que no entran en los parámetros de la supuesta normalidad, debido a que no entran en los parámetros de
la supuesta normalidad, pero que pasa
cuando la normalidad, es despojar a las personas por deudas, Matar por diferencias, apropiarse de lo
ajeno, destruir la reputación de las personas, todo esto en el día a día, y
alimentado por medios masivos de
comunicación, esto nos va creando un régimen específico de convivencia,
cuestión que no se puede dejar a la excusa de la inconciencia.
La Aparente Apatía e Indiferencia de la calamidad ajena,
poco a poco ha ido acentuando nuestro régimen caníbal. Donde los psicoactivos aplacan las
conciencias que no soportan el dolor ajeno y es más fácil sedarse a asumir una realidad cruda y cruel,
donde simplemente algún día cualquiera
de nosotros será el alimento de él
régimen, que unos cuantos establecieron,
pero que por conveniencia y opresión se logró plasmar para evitar a toda costa, la posibilidad de los
actos justos y libertarios.
La impunidad se mantiene, dado la complicidad existente en el banquete de la
mortaja, que fue destajada, para el sostenimiento de un régimen, donde lo importante es la tajada, correspondiente,
para saciar, lo necesario para mantener
el statu quo.
Un establecimiento que es sometido no
garantías plenas de derechos humanos, sino a la conveniencia plena, de
simplemente un supuesto bienestar.
En conclusión debemos cambiar nuestra forma de
alimentación, de modo que esta no sea está a base de prójimo, sino de la posibilidad de
alcanzar una vida plena, gozando de la conciencia, de modo que nos esforcemos
incansablemente por alcanzar la conciencia y que sea esta que nos deje a
puertas de la posibilidad de lograr la virtud.
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